Mi niña herida

Vino a mi cuando menos lo esperaba, mi niña rota en mil pedazos, mojándome con su llanto y pidiéndome consuelo.

Pero fue ella la que me salvó, me salvó de mi frío mundo y me hizo ver que existía algo nuevo, algo en mi interior que quise esconder durante todos estos años. Mostrándome ante ellos con mi mejor máscara, mi frialdad.

Me enseñó a no poder controlar el latido de mi corazón, me enseño el dulce dolor que me hace sentir vivo.

Ahora la niña ya no llora, yo le enseñé a volver a mirar en su interior y descubrir que ahí seguían escondidos sus ideales, aquellos que ella pensaba habían muerto, y aunque esto la asustó y aún tiene miedo de no saber como continuar su vida, me mira y me sonríe.

Ella nunca me ha pedido nada, pero ahora lo está haciendo, me pide que no me reprima más, que deje salir lo que llevo dentro, que lo escriba para mí, lo guarde y lo lea dentro de un tiempo, porque ella cree que si he sido capaz de escribir una carta tan preciosa como la que le escribí esta mañana, realmente hay algo bello en mi interior, y aunque la belleza puede doler, no deja por eso de ser digna de ser mostrada.

Frase del dia: Ten paciencia con todas las cosas, pero sobre todo contigo mismo. (San Francisco de Sales)