Yo si he nacido para ser rica

Hoy ha sido un día intenso laboralmente, después de cuatro días de relajo, tratar los temas de hoy ha sido duro, ya a la hora de comer tenía la cabeza bastante cargadita, y es que si intentas prestar atención en todo momento (que es lo que trato de hacer) acabas totalmente desgastada.

Hemos comido con el VGM y después Kaos y yo nos hemos ido a ver un vestido de fiesta, al que le teníamos echado el ojo desde el otro día en una tienda de Diagonal, pero aquí la nena que cada día mira más alto, si los de L’Illa era de unos 300€, los de hoy ya pasaban de los 400, así que muy digna yo, he echado un vistazo general y me he ido con el rabo entre las piernas, pero con la cabeza bien alta, porque si no me puedo comprar esos vestidos no es culpa mía, sino de mi jefe que está empeñado en no pagarme más…

Vuelta al tajo y más concentración, solo que después de comer y de sentirme una pobre plebeya de esta sociedad, mi capacidad de atención había disminuido considerablemente dejando paso al sueño…durante la primera hora y media de la sesión he tenido varias luchas interiores, o mas bien una exterior, para disimular los bostezos y otra interior para que mi cabeza no se fuera demasiado lejos…menos mal que el descanso parece que me ha espabilado, pero claro como he vuelto a poner a mis neuronas en posición de asimilación de conocimientos he salido que no sabía ni por donde me daba el aire…

Kaos me había dicho que en Diagonal había una tienda muy chula de decoración ideal para mi chill-out y habíamos hablado de ir, pues he salido tan saturada que primero casi subo al autobús para ir allí, con las monedas en la mano le he dicho que mejor no que estaba cansada, dos segundos más tarde, que sí que íbamos pero andando que tenia la cabeza a explotar, al instante siguiente que andando no que tenía frío y justo después que mejor nos íbamos al hotel, total que pacientemente (si, si, Kaos actuando pacientemente) me ha dejado que me comiera una caña de chocolate y ya hemos decidido que cogíamos el bus a la tienda…

Y claro, me ha encantado, me hubiera comprado mil trescientas cincuenta cosas (más o menos) pero como ya sabéis que yo nací para ser rica, pero aún no lo he conseguido (por lo menos económicamente) me he conformado con una lámpara para mi chill out, pero eso sí, preciosa y muy original, y no descarto yo coger al Pequeño otro día y venirnos pa’ca a quemar tarjeta…

Frase del día: El dinero no da la felicidad, pero ayuda a conseguirla...