Un café de despedida

Ya te ví.

Fue como si tantos meses se convirtieran en segundos y nunca hubiera habido tanta mentira y tanto dolor entre nosotros, aunque todo lo que vivimos se podía sentir ligeramente entre nosotros.

No estuve especialmente nerviosa, siempre se me ha dado bien mantener la compostura en las más inverosímiles situaciones y oir tu voz entrecortada y tus manos temblar me dió tranquilidad, tú estabas más nervioso que yo.

Zanjamos los temas pendientes y tomamos un cafe, tal vez por cortesía o tal vez porque realmente nos apetecía pasar unos instantes juntos, probablemente los últimos en mucho tiempo. Fue raro, conversamos durante largo tiempo, de muchas cosas, algunas profundas y otras que se no contarías a cualquiera, (ya se que no soy cualquiera, pero dadas las circunstancias podría sentirme así) pero ninguno habló de sentimientos, ni preguntó por ese ámbito al otro, supongo que ninguno quería saber realmente si otra persona a conseguido ocupar el vacío que nos dejamos.

Y llegó la despedida, ¿cómo te despides de alguien con el que no sabes si quieres volver a quedar? Yo no dije nada, no sabía que decir, me acerqué a darte dos besos y sentí como me rozabas la mejilla más fuerte que en nuestro saludo inicial, y un simple "ya nos veremos o quedaremos a tomar algo" fue lo que salió de tu boca, sonreí, me dí la vuelta y me fuí.

Se que te quedaste mirando, lo se porqué te sentí y tu moto tardo varios minutos en pasar por mi lado, yo también te habría mirado porque no sé si quiero volverte a ver. Al caminar comencé a sentir montones de sensaciones, tristeza por lo que perdimos, nostalgia de lo que tuvimos, miedo de no volver a sentirme así y certeza de que ahora estamos mejor que hace seis meses.

Frase del dia: Ama y haz lo que quieras. Si callas, callarás con amor; si gritas, gritarás con amor; si corriges, corregirás con amor, si perdonas, perdonarás con amor. (Tácito)