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Por una vivienda digna

lunes, noviembre 21, 2005

Fue la luna

El viernes cuando volvía a casa en el coche, al final del puente se veía la luna, acababa de estar llena hacía un par de días y estaba preciosa, esos dias que se ve con un tono amarillento y enorme, al mirarla me puse contenta y pensé:

"Si alguien me preguntara ahora porque sonrío, diría que es porque hoy la luna está mucho más bonita que ayer"

Supongo que os parecerá una tontería, pero a mi, en ese momento, la luna me hizo sentir mejor, sentir que a partir de ese instante las cosas iban a ser un poquito más fáciles, un poquito chiquitin pero algo más que el día anterior, un avance al fin y al cabo.

Y efectivamente, esa noche cuando llegó el Pequeño a casa, algo iba mejor, se veía un pequeño cambio, un poco más de ánimo, más ganas de luchar, más convencimiento de salir de todo esto, pero sin olvidar todo lo que había pasado, porque superar no es olvidar.

El finde ha estado bien, con momentos malos, momentos de recordarlo todo y sentir ese dolor, pero también momentos buenos que hacía dos semanas que no tenía y sobre todo mucha conversación, casi hasta me he planteado escribir un libro...

Tal vez sea dificil de entender que con todo lo que ha pasado sea posible tener algun ratito de tranquilidad, pero yo creo que si no lo hay, es imposible sobrevivir, y tal vez, solo tal vez, todo haya sido porque la luna estaba mucho más bonita que ayer.


Frase del dia: Para obrar, el que da debe olvidar pronto, y el que recibe, nunca (Séneca)

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1 Comments:

Blogger Xavi XS said...

Me ha encantado tu post de hoy, y como tú al ver la luna, tb he sonreido y me ha parecido que todo iba un poquito mejor. Te explico pq me ha parecido tan importante tu post de hoy.

Ya sabes que soy muy montañero. Me encanta subir con mis amigos esas paredes que hay por los Pirineos. Montañas de esas que las ves de lejos y las flipas. Caminas dos horas para ponerte al pie y te ocultan el sol... Pues bien, todas me parecen igual de inescalables desde el pie. Pero he descubierto que no lo son.

Y es que todas las subo igual. Dando innumerables pasitos cortos. Da igual como sea la montaña. Siempre se sube dando pasitos cortos. De 50 cm de tres palmos, y cuando vienen rampas peores, palmo a palmo, casi sin adelantar una bota por delante de la otra.

Cuesta, cuesta mucho, y miras para arriba y queda mucho trozo. Pero para subir hay que dar otro pasito corto. No se puede saltar 5 metros de golpe. Sólo avanzar más la bota.

Nunca he dejado de escalar ninguna montaña, Willow. Y he sentido las peores sensaciones que te puedas imaginar, he sentido ganas de llorar de rabia por no poder seguir, que los pies no me daban para más, que la cabeza me pedía bajar. Pero nunca he perdido una cosa. Las ganas de dar un pasito más. Más corto que el anterior, y menos que el siguiente quizás pero siempre he tenido ganas de dar un pasito más.

En cada cima, he sentido orgullo de mi. Y al mirar para abajo, sólo me puedo repetir, Willow, que todo empezó con un pasito. Y acabó con otro igual.

El viernes, o ese día que viste la luna, creo que has dado un pasito. Sólo espero que algún día me digas que fue el primero para subir hasta donde ahora no ves el fin. Ahora sólo me gustaría que pudieras/pudierais mover la bota un paso más adelante.


Y ver en la luna algo maravilloso no es una tontería. Dice mucho de tí.

Igualmente es muy cierto eso que dices de que en mitad de la tormenta los momentos de tranquilidad van muy bien. Subiendo las montañas también agradeces los descansillos y no sabes cuanto...

Venga, a seguir dando pasos que a Paris nos vamos 5 personas. Ya sabes quienes !!!

PS: Ahora ya doy por finiquitada la metáfora de la montaña, y te digo algo más.. Y es que no sabes lo mierdoso que es subir a la montaña y luego tener que bajarla... Cagontó, con la cantidad de pasitos trascendentales que he dado antes, y luego total para desandarlos... Lo dicho, no te quedes con esta parte, quédate con la metáfora (cierta) de antes :-)

21 noviembre, 2005 23:26  

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