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Por una vivienda digna

lunes, septiembre 26, 2005

Willow y la tocina


Es lunes y mi vida con la tocina va mejorando…

La tocina es la perrita de mi novio, no es una perra cualquiera, es un bulldog inglés, los que no hayáis coincidido nunca con este tipo de perros habréis de saber que son bastante peculiares, o por lo menos, la tocina lo es. Ronca, ronca muuuuuuuuuucho, tanto que me resulta imposible dormir cerca suyo, se come todo lo que pilla, he dicho bien TODO, ya sean móviles, bombillas o chinas de costo (esta historia os la cuento otro día), cuando bebe agua babea, y tiene tantos registros de ladridos que a veces creo que mantenemos conversaciones coherentes y todo (lo se esto roza la locura)…y he de reconocer que es muuuuy cariñosa, a veces rozando la pesadez…

Cuando conocí a mi novio ya tenía a la tocina, y me gustaba mucho, era chiquitina y le gustaban mis pies…pero fue creciendo y convirtiéndose en algo parecido al comepiedras pero…¡ojalá comiera solo piedras!, había que tener extremo cuidado en no dejar nada a su alcance porque en cuanto la dejabas sola se lo comía todo, y, entre las damnificadas…la nena, se me comió un par de zapatos y unas gafas de sol…con todo esto solo podía echarme a temblar cada vez que pensaba que ese monstruo llegaría a vivir conmigo si las cosas con el pequeño iban bien…y el gran día llegó, hace un par de meses que nos fuimos a vivir juntos y lo que para mi nene y para mi era una casa preciosa a la tocina pareció no entusiasmarle…

El gato volador (al que presentaré otro día) se adaptó enseguida, pero la tocina no, y comenzó su guerra particular, lo de hacer pis y kk en la calle ya no le parecía buena idea, le gustaba más hacerlo en el pasillo de casa, con el consiguiente buen olor que eso conllevaba…que gran ilusión la mía, con lo que me gustan los perros (en casa de los demás) el tener que limpiar los restos de tan lindo animalillo…Me dio una semana de tregua, pero la semana pasada volvió al ataque y el jueves ya no pude más.

Llegué a casa, cansada de todo el día sin parar, la semana con la tocina había sido mala y todas las mañanas nos había deleitado con suaves aromas y texturas, al abrir la puerta lo vi, el pasillo lleno de restos de mierda (y digo mierda porque ya he avisado que el jueves no pude más) en varios montoncitos y en la cocina más mierda, salió mi vena siciliana y la perra a la terraza, eso si, antes le dejé bien claro que no quería saber nada más de ella, que para mi iba a ser como si se hubiera ido por la taza del water con su restos…limpié y me senté en el salón para tranquilizarme…

Por la cabeza se me pasaron innumerables ideas, desde hacer perritos calientes, hasta mandarla a una casa con jardín para que los pájaros fueran los únicos sufridores de la tocina, pero claro, es la perra de mi novio y me tengo que aguantar…además, en el fondo y aunque lo negaré delante de él, un poquito me gusta. Ese día cuando la sacamos de la terraza no nos dirijimos la palabra (ya he dicho antes que a veces hasta conversamos) y no le hice ni caso por mucho que me lanzara sus miraditas una y otra vez, pero parece que fue un punto y aparte, porque desde entonces ha vuelto a aceptar la calle como su wc particular y aunque sigue siendo muy pesadita, algo hemos ganado…

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1 Comments:

Blogger Xavi XS said...

La tocina... Que nombre tan apropiado para una perra.

Me ha encantado tu descripción de tu relación amor/odio con la susodicha.

De su afición a comerse todo lo que pilla, pues que decir. Yo también soy algo tragaldabas y no por eso soy mal tipo. Salgo caro si me invitan a cenar, pero también soy cariñoso como la tocina. Eso no puede ser ración para enjuiciarla...

Lo de las cagaditas en el pasillo... Bueno, eso si que es algo más complicado. Pero, mujer, has de entender a la pobre tocina. Ella tenía a tu pequeño para ella sola, y ahora le sales tú que le robas una parte de mimos de su hombre... Ten paciencia, los trios nunca fueron fáciles. Seas perra, tocina, humano o humana...

En cualquier caso, pido, o mejor dicho exijo que la tocina tenga una entrada de post con foto propia. Al fin y al cabo fue elemento inspirador de este blog.

Derechos para la tocina ¡ya!

30 septiembre, 2005 23:24  

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